Gingivitis y periodontitis
La gingivitis es una inflamación de la encía sin afectación de los tejidos de soporte dental (hueso). Si la gingivitis no es tratada a tiempo y de forma efectiva, esta frecuentemente evoluciona a periodontitis, en la cual encontramos una afectación de los tejidos que soportan las raíces (destrucción de hueso).
La periodontitis afecta aproximadamente al 50% de la población por encima de los 30 años llegando a 2 de cada 3 adultos por encima de 65 años. Esta enfermedad es la primera causa de pérdida de dientes en la población mundial. Por otro lado, la gingivitis afecta a más de un 75% de la población, desde la adolescencia hasta la tercera edad.

Inflamación de las encías
La gingivitis es una inflamación de las encías que, en la mayoría de los casos, se resuelve mediante técnicas de higiene efectivas y una limpieza profesional. Al tratarse de una condición reversible, la gingivitis puede tratarse volviendo los tejidos a su situación inicial sin secuelas ni daños permanentes. Sin embargo, diferentes factores (mala higiene oral, evolución de la gingivitis sin tratamiento, presencia de factores de riesgo, etc.) pueden causar que esta inflamación de las encías se extienda y generalice, afectando a otras estructuras (hueso y tejidos blandos que envuelven el diente y son responsables de mantenerlo fijo), y causando problemas de mayor complejidad. Cuando esto ocurre, se denomina enfermedad periodontal o periodontitis. La periodontitis es una infección crónica que afecta a las encías y el hueso que soporta los dientes. Si no se trata adecuadamente, esta enfermedad avanza debilitando el periodonto (tejidos que rodean el diente) y pudiendo llegar a causar daños permanentes e incluso la perdida de la dentición.
La enfermedad periodontal puede progresar sin sintomatología ni dolor. Por este motivo, la revisión dental es muy importante ya buscamos señales de enfermedad periodontal. Un diagnóstico temprano nos llevará a un tratamiento más eficaz reduciendo notablemente las posibles secuelas de esta enfermedad.

Síntomas más comunes de las enfermedades periodontales:
- Inflamación de las encías.
- Coloración más rojiza de las encías.
- Encías mal adheridas a los dientes con un aspecto abultado y blando
- Sangrado espontaneo, al cepillarse o con el hilo dental.
- Dientes con movilidad y/o separados
- Mal aliento
- Apariencia o aumento de la sensibilidad dental.
- Apariencia o aumento de espacios entre los dientes
- Cambios en el ajuste de las dentaduras
- Cambios en la mordida y en la forma en la que encajan los dientes.
- Apariencia de abscesos entre la encía y el diente, pus o flemones.
La detección precoz con un adecuado diagnóstico y un tratamiento efectivo son críticos para prevenir o minimizar las secuelas de la periodontitis y obtener un mejor pronostico a largo plazo. Cuanto antes sea detectada la gingivitis o la periodontitis, antes podremos comenzar con un tratamiento que impida el progreso de la enfermedad para evitar más secuelas o pérdidas dentales. Habitualmente, los primeros indicios de enfermedad periodontal no aparecen hasta la edad adulta y los síntomas comienzan a aflorar de forma lenta pero progresiva.
El tratamiento periodontal varía dependiendo de la condición a tratar (gingivitis o periodontitis), y la gravedad/extensión de la misma. Un tratamiento periodontal básico consiste desde la implementación de técnicas de higiene adecuadas para el control de la placa bacteriana, hasta la eliminación de los factores relacionados con la enfermedad (cálculo dental, placa, sarro, bolsas periodontales, etc.). La frecuente acumulación de placa y sarro por debajo de las encías debe ser eliminada para detener la enfermedad periodontal. Este proceso en ocasiones requiere de cirugía para poder limpiar de forma eficaz y exhaustiva la superficie de la raíz del diente y tratar la parte del hueso que haya resultado afectada.
PREGUNTAS FRECUENTES:
El principal causante de las enfermedades periodontales, tanto gingivitis como periodontitis, es la acumulación de placa bacteriana. Por lo tanto, una prevención efectiva de estas enfermedades se basa en dos factores fundamentales, una higiene oral adecuada, y visitas regulares a la clínica dental para mantenimiento e higienes.
La frecuencia recomendada para higienes varía dependiendo de una serie de factores entre los que encontramos el perfil de riesgo de cada paciente, la existencia previa de enfermedades periodontales, la presencia de implantes, el tabaquismo, etc. El mínimo recomendable es de 1 a 2 visitas de mantenimiento al año. Sin embargo, pacientes de alto riesgo pueden llegar a necesitar higienes cada 3 meses.
Una encía sana presenta con un color rosado, no sangra o sangra muy irregularmente, y se encuentra bien adherida a la superficie del diente. Por el contrario, cuando las encías sufren de enfermedad periodontal (gingivitis o periodontitis), estas se inflaman y adquieren una coloración más oscura y rojiza.
El sangrado de las encías, cuando ocurre tanto de forma espontánea como durante el cepillado, se debe mayoritariamente a la inflamación. El sangrado, la inflamación, y el enrojecimiento de las encías están directamente relacionados entre ellos y son los signos principales de las enfermedades periodontales.
Un tratamiento periodontal adecuado junto con visitas periódicas para higiene y mantenimiento, así como una adecuada higiene oral diaria servirán para minimizar e incluso detener el sangrado de las encías.
El mal aliento o halitosis es muy común entre los pacientes con enfermedades periodontales. Esto se debe a que el 90% de las causas de halitosis tiene su origen en la cavidad oral habiendo una relación directa entre la periodontitis, una falta de higiene oral, y el mal aliento. Una higiene oral inadecuada o insuficiente desencadenará un proceso inflamatorio en las encías y la subsecuente formación de bolsas periodontales. Esto a su vez provoca un incremento en la proliferación de bacterias las cuales pueden tener efectos sobre el aliento. Por lo tanto, el tratamiento de las enfermedades periodontales es un aspecto fundamental en la eliminación del mal aliento.
Mayoritariamente en casos moderados y severos de periodontitis, se puede apreciar una pérdida o retracción de las encías. Esta retracción de las encías se produce acorde con la desaparición del hueso subyacente. La realización de injertos de encía y de hueso para cubrir las raíces expuestas y recuperar el soporte óseo perdido se pueden llevar a cabo en determinadas circunstancias. En ocasiones, esta pérdida de encía y hueso puede ser irreversible y acudimos a otras medidas para recuperar una estética y harmonía facial satisfactorias.
Las enfermedades periodontales, y particularmente las gingivitis, no generan frecuentemente molestias ni dolor. Del mismo modo, es común que la periodontitis pase desapercibida hasta llegar a un estadio más avanzado.